Vincular el Ser con el Hacer

• Escrito por Adriana Torres •
¿Trabajas para vivir o vives para trabajar? Esa pregunta me la formularon en un taller de capacitación. Mi respuesta fue, “Yo no trabajo, hago lo que amo hacer para vivir”, y eso es lo que hago, cada vez hago menos cosas que no me gustan. Se sabe que alrededor del 95% de las personas tienen trabajos que no les gusta, y realmente creo eso cuando veo a mi alrededor y escucho todas las quejas que hacen sobre su trabajo y su vida infeliz. Sus inquietudes mientras hago coaching o capacitación, me hablan de la vida en automático, no tenemos entrenado saber lo que nos hace felices, hacemos solamente, con las consecuencias que conllevan este accionar.
«Ganarnos la vida»
Steve Jobs entre muchas enseñanzas nos dejó ésta: “el único modo de hacer un gran trabajo es amar lo que haces. Me pregunto entonces el trabajo puede estar vinculado al amor? El primer paso para dar es encontrar la verdadera pasión, es bucear la confluencia entre lo que nos gusta hacer y lo que nos permite sustentarnos. Y eso se alinea con el espíritu de una sociedad postmaterialista, ya que no se trata de hacer algo solo por dinero, sino porque se disfruta haciéndolo. Supone un punto de encuentro entre lo que somos y lo que hacemos. El segundo paso es que necesitamos además, tener la oportunidad de encontrar ese espacio en el entorno en que vivimos. O bien que seamos capaces de crear e implementar la oportunidad.
La mayoría nos “ganarnos la vida” trabajando y en ello se nos va la mayor parte del día. Por tanto la necesidad urgente de descubrir la congruencia entre el ser y el hacer. Porque si no corremos el riesgo de pasarnos la vida haciendo algo que no nos gusta, o algo que nos gusta pero no nos sustenta, con lo que requiere un sobresfuerzo constante que acabará agotándonos. Y el tiempo es el material del que está hecha la vida por lo que no estaría bien malgastarlo. Y sí, hay que tener confianza. La confianza de que haciendo algo con pasión, finalmente nos veremos recompensados económicamente. Porque la recompensa emocional, la satisfacción de hacer lo que nos gusta, esa la tenemos garantizada.
Es tiempo de DISFRUTAR la vida, es tiempo de ser feliz y hacer que nos guste, lo que nos conecte con nuestro ser. Un buen ejercicio para empezar es escribir una lista de todo lo que haces que no te gusta, y otra lista con todas las cosas que disfruta hacer y que no haces. Deja de hacer una de tu primera lista y remplázala por una que si disfrutes. Haz eso por un mes hasta que crees un hábito. El siguiente mes, reemplaza una más que no te guste por otra que si te complazca hacer, y continua haciendo la primera que reemplazaste. Si es tu trabajo el que no te gusta, empieza haciendo pequeños cambios para modificarlo e ir por el trabajo que quieres. Por favor, no pongas excusas.
En la vida hay retos, sueños, oportunidades, problemas, rutinas, conflictos, logros, barreras, pérdidas, ganancias, posibilidades, situaciones favorables y complicadas, crisis… Y los seguirá habiendo, pues lo único que permanece en la vida es el cambio. Aprender a usar nuestra sabiduría y nuestro poder interior de forma consciente para lograr aquellas cosas que verdaderamente deseamos, es nuestro verdadero desafío.
No recuerdo vez alguna en la que el verbo ser haya vencido al verbo hacer en el conflicto de los sentimientos o pensamientos.